martes, 18 de septiembre de 2007

El AMOR Y EL HOMBRE ACTUAL

Según Erich Fromm, para el hombre actual las relaciones sociales son similares a las de autómatas, en las que cada uno cree encontrar seguridad en estar cerca del rebaño, tratando de no distinguirse en cuanto al pensamiento, sentimiento o acción. No descubren que esta cercanía física no elimina la soledad existencial. Y se sienten paradójicamente más angustiados y culpables por no poder vencer la separación real con sus semejantes. Nuestra civilización es rica en formas de escapar, de intentar borrar o huir de la soledad. Para ello es común absorberse en actividades o trabajos burocráticos o mecanizados.Pero como la conciencia de la soledad persiste, el ser humano intenta superar la desesperación a través de una diversión rutinizada y de la consumisión pasiva de sonidos y visiones que ofrece la industria del entretenimiento. Divertirse significa la satisfacción de consumir y asimilar artículos, espectáculos, comida bebidas, drogas; todo se consume, se traga. Huxley en "Un mundo feliz", describe a este hombre actual, como bien alimentado, bien vestido, sexualmente satisfecho, y no obstante sin yo, contactando sólo superficialmente con sus semejantes. Pero los autómatas no pueden amar. Sólo pueden establecer intercambios convenientes, buscando que la transacción sea equitativa: "Doy tanto y recibo otro tanto"