martes, 17 de julio de 2007

"EL AMOR A SÍ MISMO"

Según Eckhart: "Si te amas a tí mismo, amas a todos los demás como a tí mismo..."
El texto bíblico, considera como esencial, amar al prójimo como a uno mismo; esto indica que el respeto, el cuidado y la comprensión del propio ser, van ligados inseparablemente al respeto, el cuidado y la comprensión hacia cualquier otra persona.
Si un individuo es capaz de amar productivamente, también se ama a sí mismo. Algunos creen que amarse a sí mismo es sinónimo de egoísmo, pero en realidad el egoísmo es algo opuesto al amor.Es verdad que las personas egoístas son incapaces de amar a los demás, pero tampoco pueden amarse a sí mismas. Parecen preocupados por sí mismos, pero en realidad, sólo ocultan su incapacidad de cuidar de su verdadero ser.
Por lo tanto una persona virtuosa es aquella que amándose a sí misma, ama igualmente a los demás.

1 comentario:

ezee dijo...

El amor a sí mismo... es verdad, quien pueda amarse a si mismo está listo para amar a los demás... Pero es ahí, donde está el problema. Amarnos a nosotros mismos; aceptarnos y amarnos, íntegros; con nuestras virtudes y nuestros defectos. Creer que no somos uno más del rebaño… creer que no necesitamos ser uno más del rebaño... Creer que somos únicos… que somos especiales. Que esto somos nosotros…
Qué paradoja... Si nos amamos a nosotros mismos podemos amar al prójimo... Pero aun así, muchas veces necesitamos la adoración; o la exaltación de los demás por quienes somos, por lo que podemos hacer, por lo que tenemos para darle al mundo. Esto que somos. Necesitamos saber que tan importante es nuestra presencia en sus vidas, que tan necesarios somos tal vez en sus días, hasta el punto extremo en el que hay personas que necesitan saber que su existencia llega a justificar la de otros... Entonces necesitamos buscar, entender y saber el sentido, la función, o el para qué de nuestra vida. Aquí es el punto donde se pone difícil este dilema; ¿cómo podemos amarnos sin necesitar que otros nos amen antes? ¿Y si no nos aman antes, entonces, nunca estaremos plenamente listos para amar a los demás? La respuesta es clara... aprender a amarnos… ¿Difícil? Así es, lo es. Pero amarnos a sí mismos es necesario para poder dar amor al resto. Y si buscamos el sentido de nuestras vidas… entonces es vivir, es sentir, es hacer, es intentar, tener utopía. La utopía es necesaria: para buscarla siempre, para no bajar los brazos y seguir en busca del objetivo. Hoy tenemos que levantarnos e ir tras de esa utopía. Hoy tenemos que levantarnos y decirnos a nosotros mismos… ¡Hoy es mi día! ¡Hoy voy a ser yo quien gane! ¡Hoy voy a poder! ¡Hoy sé que puedo! ¡Hoy voy a ser yo! ¡Hoy este… soy yo!


Ezequiel Campo
Santiago Paez
Juan Pablo Bufalino