En el reino animal, los seres experimentan necesidades biológicas e intentan satisfacerlas, pero mientras que los brutos lo logran y se tranquilizan, el hombre descubre el placer que experimenta al hacerlo, y convierte el mismo placer, en el fin fundamental. Por eso el ser humano recrea y amplía el estímulo natural, gracias a su imaginación; para reproducir el placer que experimenta al satisfacer la necesidad. Por ejemplo: Imagina un rico alimento y recrea el apetito artificialmente, para poder gozar nuevamente de la comida. El deseo de placer no tiene límites y si el hombre no aprende a decir "no" al usar su libertad, aquí está la raíz de los vicios. Sin embargo,está comprobado que el exceso de placer conduce al hastío. Así lo experimentó el Eclesiastés: "Yo me dije; probaré el placer y la dicha. Y es vanidad. A la risa le dije; ¡absurda! Al placer: ¿de qué sirves?...Hice cosas grandes. Me construí palacios, planté viñas...Satisfice todos los deseos de mis ojos, no negué ningún placer a mi corazón... Todo es vanidad y perseguir elviento, y nada tiene interés bajo el sol."Pero si alguien que puede alcanzar grandes placeres queda desilusionado, ¿qué podemos pensar de aquellos que padecen hambre? De los que experimentan la explotación del hombre por el hombre?
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